De niños estos tres jugadores U-17 tenían un mismo sueño llegar a vestir la camisa de una selección, uno pegándole a una pelota de plástico, de repente otro tan solo corría en los campos detrás de su papá y un tercero que despertaba muy temprano el domingo para ver en la pantalla los partidos con sus héroes de futbol, e imaginaban en su mente entrar al vestuario de un estadio dentro o fuera de Honduras preparando su indumentaria y vistiendo la camisa de la selección.
Tres historias que conmueven, tres voces que hablan de una dedicación, de esfuerzo y sacrificio a lo largo de su niñez dividiendo su tiempo entre las clases de una aula y una cancha de futbol, ambos caminos saben son de formación.
Javier Alméndarez, Mario López y Donis Sauceda hoy coinciden en la convocatoria de José Valladares entrenador de la selección U-17 y ven como aquello que fue un sueño lo pueden ver hecho realidad.
La vida misma los unió pero lo que ellos deben saber es que su trabajo, persistencia, un talento innato y un programa de talentos que es la antesala de una selección ha sido la vía que les permite tener la oportunidad de enfundarse esa pesada camisa de la “H”.
Doni Sauceda
Doni con menos de 17 años tiene personalidad de adulto, claro de cómo llegó la oportunidad y que debe hacer para mantenerse; sin olvidar sus orígenes que según su propia historia “todo comenzó con un niño soñador, soñando en grandes cosas” mezcla una sonrisa de remembranza, aclara su garganta y cuenta “ también viendo jugadores por la tele”.
No se trata de solo sueños, porque se debe materializar con acciones dando pasos que prueben esa inquietud de fútbol, y en el caso de Doni su primera experiencia como futbolista la tuvo participando en la selección de su escuela situada en Jacaleapa, departamento de El Paraíso, donde en la actualidad se mide con jugadores mayores a su edad con el club Acacias de la comunidad y perteneciente a la Liga mayor federada.
José María Rodríguez “Chema” fue quien tomó la iniciativa de llevar a Doni Sauceda a una jornada de visoria del seleccionador Valladares y el mismo lo cuenta como esa anécdota de vida “Chema fue quien me vió jugar, se dio cuenta que tenía alguna cualidad y me condujo al programa de talentos; me dijo alístate, mañana vas a Danlí que viene el profesor Valladares, ponete las pilas” fui y aquí estoy como resultado de esa decisión.
Javier Alméndarez
Fino en su contextura física, sonriendo a cada momento, Javier recuerda con nostalgia las enseñanzas del profe Roberto, la paciencia que tuvo al formarlo y las enseñanzas de cada día que le han servido hasta llegar a vivir este momento.
“ En el programa de talentos aprendí muchas cosas que no sabía, y gracias a ello ahora estoy con la selección “ expresó el joven Alméndarez refiriéndose a la educación futbolística complementaria que ofrece el programa de la Federación.
“Vivo éste momento con mucha alegría y dispuesto a dar lo mejor de mi, sabiendo que en ello debe haber sacrificio y buena actitud” cerro Javier creyendo que estas dos vías lo llevarán al éxito.
Mario López
Vistiendo el atuendo de la “H” igual que Doni y Javier Mario defensa central por la derecha antes de abordar el autobús que los transportaba al hotel de selecciones en Siguatepeque hizo memoria de sus anhelos como futbolista “desde pequeño me gustaba mucho jugar al fútbol y me preparaba cada entrenamiento, esforzándome y siendo dedicado” lo señala como abriendo la conversación.
Igual que sus dos compañeros López reconoce que las herramientas técnicas que ofrece el programa de talentos le ha servido de mucho en su formación deportiva como futbolista que piensa como atleta de alto rendimiento y que ha diseñado un plan de vida dirigido a la practica del fútbol.
Pero el sueño principal ha sido llegar a la selección, una meta cumplida pero no concluida, porque saben que depende mucho del aporte que tengan para formar un equipo nacional competitivo y en ese sentido Mario López subraya que “ para ganar la confianza del profe Valladares debo ponerle en cada entreno”.