Muy pocas horas se habían cumplido desde la llegada del equipo nacional a Daegu ciudad a una cuatro horas de distancia de Seúl y el cuerpo técnico instruía a los jugadores a seguir con la plan del día, incluido la sesión de trabajo de la tarde misma en el “Riverside Soccer Field “
La orden del día por parte de Carlos Ramón Tabora el seleccionador Nacional será de cumplir la tarea de adaptarse al cambio horario en base un trabajo físico regenerativo con la combinación del contacto y familiarización con el balón que les permita la suficiente activación y sacarle el mejor provecho al tiempo en el terreno de juego.
“Es una activación para disfrutar el escenario” explicaba Tábora a sus jugadores que escuchaban con mucha atención que enseguida era complementada “haremos tres trabajos de técnica y concentración en el control del balón con articulaciones que entren en una buena circulación” y enseguida dar la orden de ingresar a la cancha concedida por la Federación de Corea del Sur para nuestros entrenamientos.
Un rondo para comenzar la activación y del otro lado el entrenador de porteros Barahona con los trabajo específicos con Donis Escober y Harold Fonseca, todos cumpliendo con las tareas asignadas durante la primera jornada en tierras coreanas.
Luis Guiribaldi el P.F de la “H” en un lugar apartado conversa con el Profesor Tábora repasando el trabajo de acondicionamiento físico previo y que tiene que ver el plan técnico –táctico del día; lo cual deja un mensaje claro de no querer perder mucho tiempo considerando la proximidad del amistoso.
Luego se conforma diferentes cuadrantes que ocupan un tercio de la cancha norte del “Riverside” desde donde se escucha la voz del Profe Tábora “Ocupación de espacio, control orientado, línea de pase” mientras muy concentrados todos sus jugadores cumplen al pie de la letra sus instrucciones.
Cumpliendo de esta forma con el plan original de trabajo, concediendo la satisfacción del deber cumplido.